Algo de lo que se está hablando mucho últimamente es de la inflamación crónica de bajo grado o silenciosa y, en contrapartida, de la alimentación antiinflamatoria.
Muchos estudios advierten de que la inflamación de bajo grado es sin duda el mal del s. XXI. No es nada más que una respuesta autoinmune natural pero es una señal de que algo va mal, sobretodo si se mantiene en el tiempo.
La inflamación crónica, es decir, prolongada en el tiempo es causada por una constante exposición a contaminación, al tabaco, a la falta de sueño, al estrés, a los malos hábitos alimentarios y malos hábitos de vida en general. Dichos estudios demuestran que estos grados de inflamación pueden ser la causa de futuras enfermedades cardiovasculares, diabetes, dolor crónico, y problemas gastrointestinales, entre otras, además acelera el envejecimiento y promueve enfermedades degenerativas.
Los secretos para combatir la inflamación son hacer ejercicio, no estresarse, dormir bien, estar en contacto con la naturaleza y optar por alimentos antiinflamatorios a la hora de comer.
¿Qué alimentos pueden ayudarnos a desinflamar?
Éste es un listado que debemos considerar siempre y que va a favorecer un buen terreno para recuperar y mantener la salud el resto de nuestros días.
Juntamente con los alimentos prebióticos, los siguientes alimentos son altamente antiinflamatorios:
– Alimentos ricos en ácidos grasos insaturados:
- Aceite de oliva virgen extra y aguacate (también su aceite de primera presión en frío), muy ricos en ácidos grasos omega 9.
- Pescado azul de pequeño tamaño como los boquerones, las sardinas, la caballa, las anchoas, también las nueces (recién peladas, a poder ser; y también su aceite), las semillas y el aceite de lino y de cáñamo, las semillas de chía, y las algas, todos muy ricos en ácidos grasos omega 3.
– Frutas y verduras frescas, de temporada y de proximidad: son nuestras principales fuentes de antioxidantes que favorecen la reducción de la inflamación. Si son de cultivo ecológico todavía mejor. Los que tienen más poder antiinflamatorio, concretamente, son las verduras de hoja verde, el brócoli y todas las coles, y las frutas del bosque.
– Hierbas y especias, sobre todo la cúrcuma, el jengibre, el orégano, el tomillo y el romero. También es un potente antiinflamatorio la pimienta de cayena, aunque debe usarse con moderación.
– Come tantos alimentos frescos como te sea posible. Evita todos aquellos que sean procesados y ultraprocesados.
– Y no te olvides de los alimentos prebióticos como el chucrut, el kimchi y el te kombucha, que nos ayudan a mejorar el estado de nuestra flora intestinal y de nuestras digestiones provocando un efecto depurativo y antiinflamatorio.
Otras medidas para una dieta antiinflamatoria
Elimina todos aquellos alimentos que intuyes que te causan sensibilidad alimentaria (o sea, que no te «sientan bien») o intolerancia.
Evitar el azúcar blanco y utiliza las melazas de cereales, azúcar de panela o estevia para endulzar.
Reduce el consumo de proteína animal, sobretodo si no es ecológica.
Elimina el café y el alcohol, o redúcelos tanto como te sea posible. Y si te apetece un poco de alcohol porque tienes algo que celebrar, elige un vino tinto de calidad.
No comas hidratos de carbono refinados porque aumentan los niveles de azúcar en sangre y esto hace que aumente la inflamación.
La leche y sus derivados pueden causar una respuesta inflamatoria debido a que son reconocidos como invasores ya que el cuerpo humano no es capaz de procesar tanta cantidad de caseína (proteína de la leche) ni lactosa (azúcar de la leche).
Y como ya he dicho antes haz ejercicio, no te estreses, duerme y descansa bien, practica actividades al aire libre y si es en plena naturaleza, ¡mucho mejor! ¡Desinflámate!
Y si quieres profundizar más en la alimentación saludable, desde Laia Naturopatía, te recomendamos el monográfico Dietoterapia Naturista y el seminario Visión Holística de la enfermedad inflamatoria intestinal.