La Ortiga es una planta considerada como una “mala hierba”, muy extendida y fácilmente reconocible por su aspecto inconfundible y, probablemente, a causa de la cantidad de veces que nos habremos picado con ella jugando en el campo durante nuestra infancia.
Pero, ¿para qué sirve la ortiga? A lo largo de este artículo, queremos daros a conocer los múltiples beneficios y usos de esta planta que, seguramente, cambiarán vuestra perspectiva sobre ella.
La ortiga (del latín ‘urtica’ ) es el nombre común de las plantas del género Urtica, de la familia de las urticáceas. El género Urtica proviene del verbo latín urere, que significa «quemar», debido a sus pelos urticantes (que producen escozor), los cuales cubren el tallo y la parte interna de las hojas.
Usos de la ostiga a lo largo del tiempo
Esta planta existe prácticamente en todos los continentes y ya era bien conocida desde la antigüedad, sobre todo por grandes civilizaciones, como los Griegos, que la usaban para fortalecer el cabello.
En Europa, la ortiga se valoraba bastante por la fibra duradera contenida en los tallos de la planta madura, de la cual se fabricaba cuerda y tela. La fibra de ortiga se consideraba comparable a la de lino y cáñamo con respecto a la calidad.
Se ha aprovechado como alimento durante siglos en todos los continentes del mundo con una gran variedad de formas de preparación en ensaladas, cocidas, en tortilla, guisadas, …
Esta hierba posee tal cantidad de virtudes que el hombre le ha dado multitud de usos a lo largo de la historia, desde alimento hasta afrodisíaco, pasando por diversas aplicaciones medicinales, usos textiles, como fuente de pasta para fabricar papel, tintes e incluso, si eres supersticioso, para obtener coraje.
Todo el mundo la conoce, de ahí uno de sus nombres «hierba de los ciegos», pues hasta éstos la reconocen con sólo rozarla.
¿Para qué sirve la ortiga?
La ortiga contiene una serie de principios activos que le confieren diferentes beneficios para la salud. Es por ello que está recomendada para diversas dolencias entre las que podríamos destacar:
APARATO DIGESTIVO: Protege el hígado y ayuda a su recuperación en caso de enfermedad hepática y favorece la función biliar. Indicada para casos de ictericia . Regula el tránsito intestinal. Adecuada para tratamiento de la diarrea.
APARATO CIRCULATORIO: Detiene las hemorragias y muy adecuada para las nasales. Indicada para menopausia, arteriosclerosis, varices… Mejora la circulación de los ojos por lo que mejora o previene la miopía, hipermetropía y astigmatismo. Indicada para casos de anemia.
PIEL (Uso externo): Indicada en casos de granos, eczemas, herpes, acné, urticaria, cicatrices… También para el cuidado del cabello y para combatir problemas como caspa, seborrea y calvicie.
APARATO LOCOMOTOR: Ciática, lumbago, parálisis de las extremidades, artritis, artrosis, reumatismos (también se puede usar vía externa).
APARATO EXCRETOR: Piedras en el riñón, gota, hipertrofia prostática benigna, enuresis.
PROBLEMAS DE METABOLISMO: Diabetes, obesidad.
APARATO REPRODUCTOR: Impotencia. Es galactógena por lo que aumenta el caudal de leche en las lactantes.
SISTEMA NERVIOSO: Alzheimer.
Formas de aplicación de la Ortiga
Dependiendo del beneficio que queramos extraer de la planta, existen diferentes formas de aplicación:
- USO INTERNO: Infusión, jarabe, jugo, extracto fluido, extracto seco, tintura, …
- USO TÓPICO: Decocción (aplicar en forma de gargarismos, compresas, colutorios, irrigaciones vaginales), jugo de la planta fresca (para hemorragias nasales mojar en un algodón y para afecciones reumáticas en forma de compresas). Dentro de los usos por vía externa, existe una práctica llamada “Ortigación”que consiste en sacudirse con las plantas enteras recién cortadas. Se usa para dolores reumáticos y se sacude en las zonas afectadas. En estos casos es efectiva por sus propiedades rubefacientes y analgésicas.
Pero, como hemos comentado antes, la ortiga no sólo tiene beneficios para nuestro organismo sino que también es aplicable a nuestros cultivos puesto que es un efectivo remedio contra diferentes plagas y así como un gran abono natural.
Cómo preparar un purín de ortigas
A continuación, os contamos como realizar de manera sencilla vuestro propio purín de ortigas: Materiales
- Un balde plástico.
- 1 litro de agua potable sin cloro o agua de lluvia. (Si sólo tienes agua con cloro, para quitárselo debes dejar reposar el agua dos días al sol antes de usarla).
- 20 gr. de ortiga seca.
- Un palo de madera para revolver y mezclar.
Preparación
- Para preparar este purín debes colocar el agua en el balde, agregarle las ortigas secas.
- Una vez mezclado, guarda el balde tapado en un lugar oscuro y a la sombra.
- Diariamente mezcla el preparado durante unos minutos y vuelve a tapar.
- Puedes dejar macerar durante tres días y así emplear para eliminar los pulgones de tus plantas.
Observaciones
- Si dejas fermentar tu purín (período que dura hasta 7 días),puede serte de utilidad como abono líquido, para regar las plantas. En este caso aplicalo sobre el tronco y las ramas. La mejor época es a comienzos de la primavera y fines de otoño.
- Si dejas reposar tu purín hasta dos semanas, éste madura y se puede utilizar para inocular el suelo con bacterias para combatir otro tipo de plagas (en este caso coloca 10 gotas del purín líquido en un litro de agua, ya que está concentrado). Puedes aplicarlo desde la primavera hasta fines del invierno.
- Conserva el purín preparado en recipientes plásticos, no metálicos, en un lugar oscuro y fresco.
Los purines orgánicos, como el purín de ortiga, son muy útiles para cuidar tus plantas. No necesitas mucho dinero, con sólo un poco de ortiga puedes combatir ciertas plagas.
Las informaciones contenidas en este artículo se publican únicamente con fines informativos y no pueden ser consideradas como recomendaciones médicas personalizadas. No debe seguirse ningún tratamiento basándose únicamente en el contenido de este artículo, y se recomienda al lector que para cualquier asunto relacionado con su salud y bienestar, consulte con profesionales de la salud.