Por Helena Andreu @labascula_de_helenaandreu
Me llamo Helena Andreu y antes de entrar en materia permíteme que me presente.
Soy estudiante eterna y terapeuta. Desde niña me he interesado en mejorar mi salud y la de mi familia usando remedios naturales, leyendo libros que mis padres tenían o empapándome de programas de televisión como “La botica de la abuela”. Algo más de treinta años después me he convertido en Naturópata, Nutricionista Ortomolecular, Aromaterapeuta y Quiromasajista.
Hace unos meses cogí el relevo de una tienda de alimentación ecológica y herbolario en Montblanc (Tarragona), y me siento feliz de ayudar a mucha gente que desea conocer unos hábitos más saludables desde su compra. También allí ofrezco mis servicios como Naturópata y Nutricionista Ortomolecular.
Y aquí me tienes, escribiendo un artículo sobre blefaritis porque me considero experta en el tema, ya que la he sufrido muchísimo y durante años, y gracias a mis estudios la he conseguido mejorar hasta el punto de sanar. Una enfermedad que me habían dicho que era crónica… no lo es.
Tengo mucho que hablar sobre blefaritis pero hoy me apetece ir al origen de todo, algo clave que debes saber si la sufres o tienes clientes que puedan estar sufriéndola.
No me cansaré de repetir que el estado del intestino y su microbiota tiene mucho que ver con la salud ocular y en especial el tema que nos ocupa aquí, la blefaritis. También te hablaré de uno de los síntomas más frecuentes en blefaritis que es el ojo seco. Es muy molesto y llega a doler si no hidratamos lo suficiente.
Me gustaría compartirlo contigo porque estoy tan segura de que un sistema digestivo enfermo crea o empeora la blefaritis.
En mis años de estudio de Naturopatía, en el primer año concretamente, estudiamos el ayuno terapéutico (que no es igual que el intermitente), en el que estás unos cuantos días sin comer. El caso es que la profesora nos invitó a investigarlo por nuestra cuenta, para poder sentir en nuestras carnes qué se siente cuando ayunamos. Y yo lo hice, deshaciéndome de todos mis miedos y prejuicios.
Te pongo en contexto: por aquel entonces mi blefaritis en ambos ojos estaba rabiosa, había días que no podía estudiar por no poder leer los apuntes. Y cuando llevaba 2 días de ayuno ocurrió la magia… La inflamación de la cornea no tenía la misma intensidad, el dolor… inexistente, mucha menos fotofobia, menos producción de sebo, todos los síntomas fueron menguando. Esa primera vez ayuné 7 días y mi blefaritis casi desapareció. En cuanto volví a introducir el alimento, aunque no con tanta fuerza, pero mi ojo izquierdo, el que había quedado más enfermo, volvió a tornarse rosado y después rojo. Y así me ha pasado con cada ayuno. El derecho quedó completamente sano y reparado.
¿Que me dijo eso? En la práctica pude descubrir que al descansar el sistema digestivo mi sistema de defensa contra la infección y la respuesta antiinflamatoria mejoró, por lo que algo en mi intestino no funcionaba del todo bien. También por esas fechas ya había hecho una cura de 6 meses al descubrir intolerancias a ciertos grupos de alimentos y los dolores que sentía en el vientre y las flatulencias habían menguado, así como el estreñimiento que padecía desde niña. Ya sabía que mi sistema digestivo estaba alterado desde el nacimiento, no era nuevo, lo nuevo era comprobar que incluso afectaba a mi salud ocular.
En unos años, cuando comencé con las investigaciones científicas pude leer evidencias en animalitos como los ratones, y en otras personas.
Escribo esto cuando hace una semana estaba lidiando de nuevo con un brote de blefaritis en mi ojo izquierdo bastante molesto.
Hice todo lo que ahora conozco para hacerle frente y me ha funcionado de maravilla.
Voy a compartir contigo uno de los métodos que usé como antiinflamatorio.
Porque, aunque uso la nutrición ortomolecular para ello, esto que te cuento hoy es más rápido y me interesa sanar cuanto antes, por propia comodidad, obviamente, pero también para evitar daños oculares mayores. ¿Por qué uso el ayuno como antiinflamatorio? Existen diversos datos científicos que confirman éste dato, aunque me fío más de lo que me ha estado diciendo mi propio cuerpo todos éstos años y se que mi inflamación se reduce bastante. También hay algo evidente, que al dejar descansar al sistema digestivo, tan relacionado como está con la blefaritis, es lógico que mejoremos. Se ha demostrado que el ayuno reduce la liberación de células proinflamatorias y además en ayuno prolongado las células se regeneran mucho más rápido.
Miriam Merad, Stefan Jordan y otros investigadores defienden que el ayuno es un potente antiinflamatorio en enfermedades crónicas. «Si consideramos el amplio espectro de enfermedades que son causadas por la inflamación crónica, al igual que el elevado número de pacientes a los que estas afectan, la investigación de los efectos antiinflamatorios del ayuno tiene un gran potencial», señala el doctor Stefan Jordan.
Y ya que estamos hablando de aparato digestivo y blefaritis, por si todavía no he logrado convencerte de ello, comparto contigo un estudio científico donde descubrieron 2 cepas probióticas que alivian el síndrome de ojo seco, algo que también sufrimos en blefaritis. Resulta que, haciendo una investigación ardua sobre la ELA, apareció frente a mí un estudio relativamente reciente que habla de 2 cepas que alivian el síndrome de ojo seco. Son éstas:
-Lactobacillus plantarum
-Bifidobacterium bifidum
¿Sabes que? Éstas resultan ser dos de las cepas más conocidas y usadas en el mercado, así que estamos de suerte.
¿CÓMO PODEMOS HACER UNA CURA DE PROBIÓTICOS CON ÉSTA CEPAS?
Lo primero es encontrar un probiótico que tenga mucha cantidad, millones de cepas y variadas. Cuando hayas encontrado varios lee las cepas y comprueba que entre ellas se encuentren nuestras dos amigas. Y ahora ya sólo tendrás que tomar 1 cápsula o 1 sobre en ayunas a diario durante 2-3 semanas (depende de la que tomes).
Durante la toma tendrás que alimentar a los probióticos con prebióticos a diario, y ésto lo encuentras en patata, arroz o zanahoria cocida y enfriada 24h en la nevera, por ejemplo. Procura cuidar tu microbiota regulando mucho o eliminando el consumo de gluten, eliminando el azúcar blanco, moreno o refinados que no los necesitas, consume kefir, kombucha, miso, umeboshi, chukrut… a diario.
Es importante entender que, aunque no tengas síntomas aparentes de problemas digestivos, puede haber una inflamación sistémica silenciosa.
Hasta pronto, y feliz vida sin blefaritis,
Helena
Quiero dejar claro que ayunar, aunque sea un ayuno intermitente, no es tan sencillo. Tal y como la población general se alimenta y los hábitos que tiene, hacen que se necesite una preparación y una planificación previa para obtener los resultados deseados y no afectar todavía más al organismo.
Estudio: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33656499/
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