«Cotidie demitur aliqua pars vitae», «Cada día nos quitan una pequeña parte de la vida«, dijo el autor latino Séneca hace 2000 años. Y qué verdad…
Pero si la vejez, día tras día, es inevitable, ¿no es el deseo de cada uno de nosotros envejecer bien, en armonía con el cuerpo y la mente? Retrasar el envejecimiento ya no es un sueño imposible de alcanzar, sino un compromiso que nos involucra en primera persona. Podemos ser los protagonistas de nuestra vejez. En este sentido el antiaging adquiere mucha importancia.
No es obligatorio “envejecer”. El proceso de involución física y cerebral es fisiológico, pero los estudios clínicos han verificado que este proceso inevitable se puede ralentizar y contrastar, recuperando una mejor calidad de vida.
Si es cierto que la vida cotidiana actual nos impide seguir los ritmos naturales de nuestro cuerpo y el estrés y la falta de tiempo nos atacan cada vez más, con todas las consecuencias obvias, es igualmente cierto que la adquisición de un bienestar psico-físico óptimo en todas las etapas de la vida depende de nuestra voluntad de prevenir y actuar contra los factores de riesgo.
Para alcanzar este bienestar es entonces muy importante analizar las causas del envejecimiento, seguir una alimentación correcta, saber utilizar eficazmente los complementos nutricionales adecuados, al mismo tiempo que evitar los enemigos de nuestro bienestar, como el humo de tabaco, el alcohol, el estrés psico-físico, y practicar una actividad física constante, proporcionada a la edad y a las necesidades individuales.
Antiaging
Antiaging no significa tan sólo aparecer más jóvenes desde el punto de vista estético, luciendo una cara sin arrugas y una piel más bonita, así como un físico atlético y en perfecta forma, sino también, y aún más importante, es la buena funcionalidad de nuestros órganos internos, que debemos proteger y cuidar para prevenir las enfermedades crónico-degenerativas, que son la plaga más actual que impide a las personas llegar a una tarda edad en condiciones de salud óptima.
Es importante saber cómo podemos desintoxicar periódicamente nuestro cuerpo, para aliviar el trabajo del hígado, nuestro laboratorio químico personal, y cómo cuidar nuestro intestino, que es nuestro segundo cerebro, y el lugar dónde vive la “microbiota”, fauna intestinal que cada día más se descubre cuánto importante es para la salud de todo el organismo.
También sabemos que en la naturaleza hay una infinidad de plantas que nos proporcionan las sustancias naturales antioxidantes, para combatir los temibles radicales libres, que pueden dañar muchas funciones de nuestro organismo, hasta causar varias enfermedades, incluso el cáncer.
Adquirir estos conocimientos y poderlos utilizar en la manera adecuada es la base para poder envejecer bien, disfrutar de nuestros años de vida hasta el final y “morir en salud”.
El curso sobre «depurar el organismo» de Laia Naturopatía está enfocado precisamente a proporcionarte las herramientas para enfrentarte al envejecimiento.